De Net Zero a Net Positive

19 mayo 2021

De Net Zero a Net Positive

Más allá del Net Zero

Si bien no siempre es fácil medir el rendimiento de acciones a favor del medio ambiente, cada vez hay más territorios y empresas comprometidos con objetivos net-zero que aportarán un camino para la transición de Net Zero a Net Positive.

¿Pero estas estrategias son suficientes para combatir el cambio climático?

Net zero significa cero emisiones, un resultado de neutralidad entre la cantidad neta de emisiones de gases de efecto invernadero y la cantidad que se libera de la atmósfera. Las entidades pueden conseguir este equilibrio reduciendo al mínimo las emisiones generadas, mientras se elimina o se compensa por el resto. El resultado sería el impacto mínimo en el medio ambiente.

Estado de implementación de estrategias Net Zero

Hay varias formas de implementar estrategias con el objetivo net-zero, pero la más directa es la reducción de emisiones usando la electricidad.

Las liberaciones de carbono de la atmósfera o las compensaciones podrían no ser suficientes para conseguir una neutralización total. Además, pueden convertirse en una distracción de la necesidad de establecer unas medidas más efectivas, las que evitan las emisiones.

Para que la implementación sea efectiva y evitemos caer en prácticas de greenwashing, tendría que haber más requisitos de transparencia. Disponer de mayor información de las medidas que toman las empresas facilitará que tanto consumidores como inversores puedan tomar decisiones con conocimiento de causa respecto al daño que se hace al planeta. Además, con datos preciosos se pueden fijar objetivos y en última instancia, alcanzarlos.

La respuesta del mercado a políticas medioambientales

El número de empresas y ciudades que adoptan medidas para neutralizar su impacto en el entorno va en aumento. Es cierto que la distribución geográfica de estas entidades más concienciadas no es equitativa, pero lo importante es que cada vez hay más.

Proporción de ciudades por continente comprometidas con acciones Net Zero
Proporción de ciudades por continente comprometidas con acciones Net Zero. Fuente: Sources: Data-Driven EnviroLab & NewClimate Institute.

En el ámbito privado, hay una amplia variedad de tipo de compromisos, objetivos y políticas que buscan el Net Zero. El sector de consumo discrecional es el más activo en cuanto a compañías comprometidas con la neutralidad del carbono (195), seguido por el sector industrial (171 empresas).

El sector inmobiliario frente a estrategias Net Zero

El sector inmobiliario contribuye de forma notoria en el cambio climático (es responsable por el 40% del uso de materiales, 40% de consumo de energía y 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial). Por ello, debe pasar a la acción.

Actualmente el mercado opta por crear valor circular compartido, basado en la electrificación (edificios que funcionan con energía renovable) y la innovación tecnológica (por ejemplo con las smart houses, diseñadas para optimizar su eficiencia). Además, la economía circular tiene buenas perspectivas de futuro en el sector, ya que desde el primer paso de la construcción hasta la demolición se necesitan muchas materias primas, agua y energía.

En cuanto a Net Zero, hay un nuevo plan en acción: todos los edificios nuevos y reformas hechas a partir de 2020 deben cumplir, por ley, con principios NZEB (Edificio de Consumo Energético Casi Nulo) dentro de la Unión Europea. Esto significa que los edificios serán de alto rendimiento, generando la misma energía que consumen y, por lo tanto, nutriéndose de energía renovable.

De Net Zero a Net Positive

Un nivel de 0 emisiones y la reducción del consumo de energía pueden tener un impacto importante, pero quizás no sea suficiente. La industria inmobiliaria tiene una buena oportunidad para generar un efecto positivo y llevar el sector hacia un desarrollo sostenible.

Tal como se afirma en el informe EMF “Completando la visión: Cómo la economía circular afronta el cambio climático” (2019), el 45% de las emisiones difíciles de evitar están relacionadas con la forma en la que fabricamos y usamos los productos. La economía circular aplicada a los productos puede ayudar a reducir las emisiones globales en 9.3 Gt CO2e en 2050.

Es por eso que necesitamos una nueva perspectiva que tenga en cuenta la elección de materiales y sistemas con los que se hacen los edificios  a través de su ciclo completo de uso (y futuros ciclos de uso). Esta teoría incorpora conceptos net-zero y crea una gestión holística para alcanzar objetivos efectivos a largo plazo.

Para pasar de una meta de impacto cero a una acción regenerativa, necesitamos entender el ciclo del carbono en la economía circular (que por ahora no se mide adecuadamente con los actuales métodos de huella de carbono). Utilizando materiales saludables y gestionándolos a lo largo de varios ciclos de uso podemos evitar actividades extractivas, agotamiento de materiales y emisiones relacionadas con estas actividades y con la fabricación de nuevos productos.

Integrar estrategias de energía, gestión de materiales y protección de recursos naturales dentro del sector inmobiliario puede traer una nueva perspectiva y un valor pensado para el futuro. Para volver a construir mejor necesitamos centrarnos en la creación de valor compartido, mientras minimizamos el impacto negativo.